Aplicamos prácticas ecológicas en el proceso, desde el viñedo hasta la bodega. Usamos energías renovables y hemos certificado todos nuestros viñedos como cultivo ecológico, lo que garantiza una viticultura responsable, sin uso de productos químicos ni pesticidas de síntesis, y con prácticas que protegen la biodiversidad. En la actualidad, estamos en proceso de obtención del sello SWFCP (Sustainability in Wineries For Climate Protection), una certificación que reconoce a las bodegas sostenibles comprometidas con la lucha contra el cambio climático, para minimizar nuestro impacto ambiental.

Nuestro legado familiar nos impulsa a construir un modelo de bodega que mire al futuro mediante la coherencia y la sensibilidad. Creemos en un modelo de negocio cercano a las personas. Colaboramos con proveedores de cercanía, apoyamos el empleo rural y participamos activamente en iniciativas culturales, educativas y solidarias que promueven el desarrollo de nuestro entorno.

Porque cada copa cuenta una historia y la nuestra empieza con el compromiso con nuestro entorno, nuestros socios y el futuro.

En Del Álamo Family Vineyards creemos en un modelo de crecimiento sólido y sostenible que garantice la viabilidad de nuestra bodega a largo plazo. Nuestra responsabilidad económica se basa en una gestión eficiente y transparente, que nos permite reinvertir en el viñedo, en la bodega y en las personas, asegurando así la continuidad del proyecto familiar y generando valor para nuestros clientes, colaboradores y el entorno.